Christopher es un chico que sabe todas las capitales del mundo y todos los números primos hasta el 7507. Y a veces toma el aire fuera de casa a altas horas de la noche.
Esa noche vio a Wellington, el perro de la vecina, tirado en el patio de su dueña, inmóvil y atravesado por un horcón. Aunque la lógica indicaba que estaba muerto el lo verificó y entonces decidió que debía descubrir al culpable.
A Christopher no le gusta el contacto físico, el color amarillo o el marrón. A veces puede calmarse calculando los cuadrados de los números primos o demostrando teoremas. Tiene quince años, y a pesar de que acude a una escuela de niños con necesidades especiales se prepara para el examen de bachiller en matemáticas.
Para repasar los descubrimientos acerca de la investigación los escribe, y su maestra Shioban, le ha recomendado hacerlo en forma de libro.
Así es como nos enteramos de las pistas y las pistas falsas, los sospechosos, los misterios de la investigación, pero también del problema de Monty Hall, de la teselación, de los números primos, constelaciones, el problema de los soldados de Conwey y muchas otras ideas matemáticas que Christopher nos va dejando en las páginas de su investigación.
Este es un libro extraordinario pues nos da una idea de como un ser tan lógico (autista) se enfrenta a la vida. Como alguien que no puede procesar las emociones (de ahí el problema con el contacto físico), debe tratar con humanos irracionales.
Los números primos son lo que queda al eliminar todas la pautas. Yo creo que los números primos son como la vida. Son muy lógico, pero no hay manera de averiguar como funcionan, ni siquiera aunque pasaras todo el tiempo pensando en ellos.
Nos asombra saber quien fue el culpable pero más aún el nuevo misterio que se revela y que cambia la vida de todos.
Una novela de las que no quieres dejar ni un minuto, y no solo por la trama detectivesca, sino por los conflictos emocionales que sólo el protagonista parece no percibir.
Me llegó como regalo de cumpleaños y aquí lo agradezco publica y profundamente.